Muchas personas se sienten confusas y perdidas sobre lo que van a vivir en una consulta de Psicología. Por suerte, cada vez es más común acudir a profesionales en busca de ayuda. A continuación, te ofrezco diez claves para eliminar tu indecisión y aclarar dudas.

10 claves antes de acudir a terapia

1. Un/a profesional de la Psicología está reconocida/o como profesional sanitaria/o, pero no es un/a médico/a, por lo que no receta pastillas. Si se requiere de forma paralela un tratamiento farmacológico, será el/la doctor/a de atención primaria o el/la psiquiatra quien se encargue de pautarlo y de su seguimiento.

2. Un/a psicólogo/a no es una amistad, ni aconseja, ni comparte sabiduría, ni magia. Es una persona estudiosa de la mente, la conducta y las relaciones humanas. Con esos conocimientos, puede ayudarte a que te conozcas mejor, a que resuelvas tus conflictos y a recuperar el bienestar que deseas.

3. El proceso de recuperación lleva tiempo; piensa el tiempo que lleva acompañándote el malestar que sientes.

4. No solo acude a terapia quien está mal (triste, angustiado, etc.). Es un espacio para conocerse más, cuestionarse cosas y tomar conciencia de otras.

5. En ningún caso se te va a juzgar, ni se va a sorprender o asustar por algo que le cuentes.

6. Lo que cuentes queda entre tú y el/la profesional. Sin embargo, en aquellos casos que exista riesgo para ti o para otros, estamos obligados a informar al respecto a la autoridad competente.

7. La relación entre terapeuta y paciente se reduce al espacio de la terapia. No se crean relaciones de amistad u otro tipo, que puedan interferir en el desarrollo de la terapia.

8. No atiende a personas conocidas o familiares, porque se viciaría la relación y fracasaría la intervención. De la misma forma que no se atiende, en el mismo momento, a personas que tengan un vínculo entre ellas (ej: madre e hija, amigas).

9. No se puede tener dos intervenciones psicológicas a la vez, ya que confundiría al paciente y sería contraproducente para la persona.

10. Un/a psicólogo/a nos puede ayudar a :

• resolver dudas y orientar en situaciones concretas.

• superar nuestros estados emocionales negativos.

• resolver problemas.

• crecer como persona y conocernos más.